La resolución de hacerse con un rizador tiene la posibilidad de tener varias causas, que pueden aplicarse tanto a hombres como a mujeres. A algunas personas no les agrada el pelo liso y les agradan mucho más los rizos o las ondas, pero no pueden hacerse la permanente. Otras quieren diversificar su look y añadir mucho más pluralidad a su peinado, ya sea en el día a día o en ocasiones especiales como vacaciones o citas. Con un rizador y, probablemente, algo de espuma para rizar, se logra una fijación comparable a la de los rizos, al tiempo que un secador o un rodillo o rizador con calor es más cómodo, más simple y más veloz y deja una extensa variedad de estilos. Incluso el cabello rebelde puede transformarse en rizos durables. Dado que el tratamiento de rizado favorece el daño del pelo, no debe usarse a diario.
El uso preciso del rizador necesita mucha práctica. Pero si controlas la herramienta de peinado, éste suele ser veloz y simple. Los individuos tienen que tener cuidado de no quemarse los dedos. Además, el cuero cabelludo puede quemarse rápidamente. También existe el riesgo de dañar el cabello. Esto depende de la frecuencia de empleo del rizador y de la sensibilidad del pelo. La mayoría de los aparatos modernos proponen niveles diferentes de calor y pueden adaptarse a la estructura del pelo.
Tendencias e creaciones: el estilo a lo largo del tiempo
La historia de los rizadores se remonta a la época de los romanos. En aquella época, se empleaban sencillos varillas de metal que se calentaban antes en el fuego. Afortunadamente, esos días pasaron; el cuidado del cabello con rizadores es considerablemente más suave en la actualidad que entonces.
Los recubrimientos de las varillas han evolucionado durante los años con mejores materiales y, por tanto, se han amoldado mejor a las pretensiones del cabello. También cambiaron bastante los ajustes de temperatura. Mientras que las primeras tenacillas eléctricas sólo ofrecían un ajuste de temperatura, los aparatos modernos tienen varios ajustes de temperatura. Esto permite adaptarse a distintas construcciones capilares.
Otra innovación son los puntos de seguridad: la mayoría de los rizadores llevan incorporada una función de corte de seguridad. Si el aparato no se utiliza a lo largo de bastante tiempo, se apaga de forma automática. Algunos modelos más caros tienen cerraduras con llave que evitan los cambios eventuales de temperatura a lo largo del peinado.
¿Cuánto puede valer un buen rizador?
Ahora se tienen la posibilidad de localizar buenas tenacillas para rizar el pelo por un importe bajo de 2 dígitos. Los aparatos de más calidad se proponen por importes de tres cifras, por lo que el valor refleja primordialmente una más calidad de los materiales y la mano de obra, así como un equipamiento mucho más amplio.
Los dispositivos con un precio de 2 dígitos bajos o medios pueden, por lo general, llevar a cabo un buen trabajo y cumplir su propósito. Los alicates de manera de onda de mayor precio proponen características adicionales para una mayor comodidad.